Mezcla la harina, azúcar, sal y polvos de hornear usando un batidor de mano.
En otro bowl mezcla la leche, vainilla, mantequilla, masa madre y yemas. Cuando separes los huevos, pon las yemas directamente en la leche para que no se genere una piel seca en el exterior, que es lo que pasa cuando tiene contacto con el aire.
Haz un agujero en el centro de los ingredientes secos y vierte ahí los ingredientes líquidos. Mezcla los ingredientes con un batidor de mano. Empieza en el medio e incorpora los ingredientes secos de los lados de a pocos para no formar grumos.
Cubre el bowl con una tapa o film y déjalo a temperatura ambiente toda la noche.
A la mañana siguiente, bate las claras usando una batidora eléctrica o batidora de mano en un bowl limpio con un batidor hasta que puedas formar puntas suaves, que se doblen al levantarlas.
Incorpora las claras a la masa anterior usando movimientos envolventes usando una espátula.