Corta la cabeza de ajo en dos atravesando los dientes.
Pon ambas mitades al centro de un trozo de papel aluminio y vierte el aceite sobre el ajo, con los dientes abiertos mirando hacia arriba para que se embadurnen con el aceite.
Envuelve el ajo en el papel aluminio y revisa que no tenga huecos para que no se filtre el aceite en el horno.
Hornea el ajo por 1 hora en un horno precalentado a 200°C/400°F.
Retíralo del horno y abre el papel para que enfríe. Con tus dedos, exprime los dientes de ajo para que salga el interior de la cáscara. Debería quedar casi como puré.
Mezcla el ajo con una cuchara para crear un puré cremoso.