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polenta con champiñones

Polenta con champiñones y cebolla caramelizada

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Plato: Principal
Cocina: Baja
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 50 minutos
Tiempo total: 1 hora 10 minutos
Raciones: 3 personas

Ingredientes

Para los champiñones

  • 30 ml aceite de oliva
  • 400 g champiñones
  • a gusto sal

Para las cebollas caramelizadas

  • 250 g cebolla blanca
  • 20 ml aceite de oliva
  • 8 ramitas tomillo fresco
  • pizca sal
  • 1 cdta azúcar

Para la polenta

  • 150 g polenta
  • 900 ml leche
  • 40 g queso parmesano recién rallado
  • 20 g mantequilla sin sal
  • a gusto sal

Para los champiñones

    Elaboración paso a paso

    Para los champiñones

    • Lava los champiñones y corta el exceso de tallo. Córtalos en rebanadas delgadas o en cuartos, lo que prefieras.
    • Calienta una sartén a temperatura media-alta con un poco de aceite de oliva. Pon suficientes champiñones como para que cubran la base de la sartén, pero no más que eso. De esta manera se van a dorar en vez de hervirse. Déjalos quietos para que puedan agarrar color y luego voltéalos. Puede que tomen un rato en tomar color porque primero tienen que botar todo el agua que tienen dentro.
    • Déjalos a un lado reservados y agrega más champiñones a la sartén. Luego los puedes recalentar antes de servir.

    Para las cebollas caramelizadas

    • Corta la cebolla muy finito; si es muy gruesa se demora más y además la caramelización no llega al centro.
    • Pon la cebolla sobre una sartén con un poco de aceite de oliva, una pizca de sal y las ramitas de tomillo. Deja que se cocinen a fuego bajo. Primero se van a volver suaves y transparentes; que significa que ya están cocidas. De ahí en adelante empieza el proceso de caramelización.
    • Si ves que se empiezan a dorar de manera dispareja o que el azúcar que bota la cebolla se empieza a pegar a la sartén, agrega un chorrito de agua y usa las cebollas y el agua para despegar el azúcar de la sartén y regresarla a las cebollas. Continúa este proceso hasta que tengan un color marrón claro.
    • Quita las ramitas de romero y agrega una cucharadita de azúcar y un poquito de agua para distribuirla de manera pareja sobre las cebollas e intensificar su dulzor. Deja que el agua se evapore por completo. Luego las puedes recalentar antes de servir.

    Para la polenta

    • Mezcla la polenta con leche a temperatura ambiente o fría usando un batidor de mano. Pon la cocina a fuego medio y mezcla constantemente con el batidor porque la polenta tiende a pegarse a la parte de abajo de la olla y quemarse; especialmente una vez que empieza a hervir.
    • Una vez que haya hervido y esté suficientemente espesa, pruébala. Si aún tiene gránulos duros, entonces agrega más leche y sigue cocinándola. Si ya está lista, agrega el queso parmesano y mezcla para que se derrita.
    • Prueba la polenta y ajusta el nivel de sal (el parmesano tiene sal, así que es importante que esperemos hasta después de agregarlos para echarle sal). Termina con la mantequilla y sírvelo caliente.
    • Si vas a comer la polenta un rato después de cocinarla, ponle papel film tocando la superficie de la polenta para que no se haga una costra. Luego para recalentarla vas a tener que soltarla con un poco más de leche.