Muele el café de manera gruesa. Puedes usar un moledor de café o un mortero como yo. Otra opción es usar un cuchillo pero debo advertir que a los granos de café les gusta saltar de la tabla de picar.
Mezcla el café con el agua en un contenedor hermético y refrigéralo por lo menos 12 horas y hasta 1 semana.
Una vez que lo quieras usar pásalo por un colador fino y sirve.