Ponle papel mantequilla al interior de un molde de 22x11cm y pégalo en su lugar con un poco de aceite vegetal.
Espolvorea harina en una superficie limpia y estira la masa hasta tener un rectángulo de 40cm x 30cm. Cada par de estiradas detente para asegurarte que la masa no se esté pegando y espolvorea más harina de ser necesario. Trata de que la masa se mantenga lo más rectangular que puedas. Al final asegúrate una vez más que no esté pegada para que puedas enrollar con tranquilidad.
Pinta la mantequilla derretida por toda la masa.
Mezcla el azúcar y la canela y espárcela por la masa. Luego emparéjalo usando tu mano delicadamente.
Empieza a enrollar empezando por el lado más largo. Primero hazlo con cuidado y una vez que tengas dos vueltas listas ya puedes empujar la masa para enrollarla (igual sigue teniendo cuidado de que esté apretado).
Corta el rollo a lo largo con un cuchillo filudo y deja el interior de ambas tiras mirando hacia arriba. Crúzalas en el medio.
Dobla las puntas de la trenza hacia adentro de manera que se encuentren al medio. La parte más linda va a estar mirando hacia arriba. Ponlo en el molde.
Enreda ambas tiras hacia arriba y hacia abajo, siempre manteniendo el interior con canela mirando hacia arriba.
Deja que descansen por 1 hora más (de nuevo ayuda si están en un ambiente calientito). Van a un horno precalentado a 180C por 15 minutos con calor arriba y abajo si tienes un horno eléctrico. Luego son 45 minutos con calor solo por abajo. Si tienes horno a gas te va a tomar 1 hora y 20 minutos y hazlo con calor solo por abajo (no le pongas broil).
Desmóldalo tibio para que el azúcar no se ponga dura y se te dificulte desmoldarlo.