Pela y lamina las manzanas usando una mandolina. Las láminas deben tener 1 milímetro de grosor. Empieza por un lado hasta justo antes de las semillas para luego rotas la manzana y laminar los 4 lados. Solo haz la mitad de las manzanas al inicio y luego anda haciendo una a una a medida que el molde te pida más para que no te sobre manzana laminada.
Mezcla el azúcar, la sal y maicena.
Empieza a poner las manzanas sobre la base y haz que suban un poco por los lados también. Puedes ver cómo en el video líneas arriba.
Entre capa y capa de manzana pon un poco de la mezcla de azúcar con maicena y sal. Repite esto hasta que llenes el molde.
Cada 4 capas presiona las manzanas con tus manos para que queden bien apretadas. Llena por completo el molde hasta el tope, es importante para que quede bien el ratio de azúcar a manzana y logre cuajar.
Lleva el molde a un horno precalentado a 180°C / 350°F por 1 hora o hasta que las manzanas se sientan muy suaves si las atraviesas con un cuchillo. Asegúrate de ponerle una bandeja abajo al molde porque a veces chorrea un poco del juguito y si cae a la base de tu horno se va a quemar y humear.
Sácalo del horno y presiona con cuidado con la parte de atrás de una cuchara. Desmóldalo cuando esté tibio. Para eso separa la manzana de los lados para asegurarte que no se han pegado con un cuchillo o espátula delgada. Ponle el plato en el que vas a servir el postre encima y dale la vuelta.