Pon la mantequilla en una olla a fuego medio. Deja que se derrita y que empiece a chisporrotear. Primero va a tener una espuma encima, luego se va a ir y finalmente vas a ver que al fondo hay unos puntitos dorados que son los sólidos de leche que se doran. Cuando ya chisporrotee súper poquito, está lista.
Agrega el azúcar rubia, las manzanas, canela y sal y mezcla.
Luego de unos 10-20 minutos de mezclar a fuego medio, la mezcla va a espesar lo suficiente como para que pueda cubrir con una capa delgada las manzanas y se vea como una salsa de caramelo. Porfa ten cuidado, esta mezcla está extremadamente caliente y es mejor que no haya niños cerca. Te recomiendo ver el video líneas arriba para que veas cómo se va transformando pero al final se va a ver así:
Retira la mezcla de la olla y ponla en un bowl. Necesitamos que se enfríe lo suficiente como para que no te quemes si tocas la parte exterior del bowl (porfa no toques la mezcla, te vas a quemar!). Debe estar caliente igual, solo no tanto como para quemarte. A medida que se enfríe se va a ir espesando.
Agrega el huevo y mezcla con una espátula rápidamente.
Agrega la harina y mezcla.
Prepara una fuente de 20x20cm con papel mantequilla. Puedes pegar el papel en su lugar usando un poco de aceite esparcido con papel absorbente.
Vierte la mezcla en el molde y espárcelo.
Hornea los blondies en un horno precalentado a 180°C/350°F por 15-20 minutos o hasta que si metes un palito salga con un poquito de masa cocida pero pegajosa.
Una vez frío, pasa un cuchillo delgado por los bordes y desmóldalo levantando con el papel mantequilla. Corta los cuuadraditos.
