Pela los dientes de ajo y quítales la base seca con un cuchillo. Si el ajo está muy maduro y ya tiene brote, tienes que abrir cada diente y quitarle el centro.
Pon todos los dientes de ajo y laurel en una olla y cúbrelos por completo con aceite.
Cocínalos a fuego muy bajo (deberías ver muy pocas burbujas) por 30-45 minutos o hasta que se deshagan si los presionas.
Enfríalos por completo y guarda los ajos y el aceite en contenedores sellados. Los ajos van a la refrigeradora y duran hasta 3 meses. No te preocupes si el aceite se solidifica, es normal!