Usando tijeras, corta tiras de masa filo de 26x12cm. Guarda lo que te quede de masa filo para que no se seque y cubre las tiras con las que no estés trabajando con un paño húmedo para que no se sequen.
Pinta muy ligeramente la tira de filo con mantequilla. Con la manga, forma una línea de relleno cruzando la parte más angosta de la tira, dejando 1cm de borde a cada lado sin relleno.
Enrolla el cigarro hasta el final de la tira y presiona con tus dedos a los lados para sellarlo. Igual se va a abrir en el horno pero hace que no se salga todo por los lados.
Pon los cigarros sobre una bandeja de horno con papel antiadherente o silpat y píntalos con una capa delgada de mantequilla. Hornéalos a 180°C/350°F por 12-15 minutos o hasta que estén dorados.
Sirve inmediatamente.