Una vez leudado el pan, pesa la masa y divídela en 6 porciones iguales. Aplasta cada una, dobla los extremos hacia el centro y dale la vuelta. Haz girar el bollo presionando contra la mesa para cerrar la unión de masa.
Regresa al primer bollito que formaste y usa un rodillo o uslero para aplanarlo, solo hazlo en un sentido.
Con un cuchillo o raspador de masa, marca sin cortar, la mitad de la masa, dividiendo la mitad de arriba de la de abajo.
En la de abajo haz muchos cortes, muy pegados unos a otros para formar una especie de hilo.
Esparce aproximadamente 1/6 del relleno sobre la mitad que no tiene los hilos. Dobla los lados hacia adentro para contener el relleno.
Enrolla el pan desde la parte con relleno para terminar con las tiras. Repite este proceso con todos los trozos de pan.
Pon los rollitos en un molde de 25cm de diámetro. Si no es antiadherente ponle papel en la base y engrasa los lados. Empieza poniendo dos rollitos a lados contrarios y luego el resto entre estos dos para que quede simétrico. Vas a tener que presionarlos un poco para que entren. IMPORTANTE: preocúpate que la punta de los rollitos queden contra la pared del molde, hacia atrás y abajo. Esto es porque al hornear se desenrollan un poco y no quieres que se salga el relleno.
Deja que el pan leude por 1 hora en un lugar tibio o hasta que haya doblado su tamaño.
Hornea el pan a 180°C/350°F por 30-40 minutos o hasta que esté doradito.