Divide la masa en dos. A mí me gusta ser precisa así que peso la masa y con ese dato la divido. A una de las mitades agrégale los ingredientes del marmoleado red velvet y mezcla muy bien para incorporar.
Engrasa un molde de 22x11cm y ponle una tira de papel para hornear cruzada para que luego sea fácil de desmoldar.
Pon la masa de vainilla en una manga y la de red velvet en otra. Yo usé boquillas con 1cm de diámetro en la punta aproximadamente. Forma una línea gruesa con la masa de vainilla al centro ya lo largo del molde. Exactamente encima de esa forma una línea con la masa de red velvet. Encima, pon una de vainilla, luego de red velvet y así hasta terminar. Es muy importante que no se salgas de esta línea para lograr el efecto. Alternativamente, también puedes hacer un marmoleado normal e ir poniendo un poco de cada masa en el molde para al final marmolear con un palito o cuchillo. Golpea ligeramente el molde para nivelarlo.
Opcional: Me gusta ponerle tiritas delgadas de mantequilla fría al centro del queque a lo largo de la masa para que en el horno se abra parejo al medio.
Hornea el queque a 180°C/350°F por 45min-1hora o hasta que un cuchillo con dientes salga seco del medio. Es importante que no lo cocines más de lo necesario para que no se seque. Si tienes horno eléctrico, revisa a los 30min que no se haya dorado mucho por arriba y si ya se ve lindo, cambia el calor a solo por abajo para el resto de la cocción o cúbrelo con papel aluminio.
Desmolda mientras el queque está caliente.