Precalienta el aceite en una olla o sartén a fuego medio. Si tienes termómetro para aceite, la temperatura ideal es a 180°C/350°F
Pasa los aros uno por uno por la masa y llévalos inmediatamente a freír. Siempre ten cuidado de no quemarte; acerca el aro al aceite y suéltalo cuando ya haya tenido contacto, así no te salpica.
Deja que se frían por 2-3 minutos, dándoles la vuelta a la mitad.
Retíralos y ponlos sobre un bowl o fuente con papel absorbente.