Corta el baguette en tajadas. Si tiene uno o dos días ya, puedes ponerlos de frente en el molde que vas a usar. Si es fresco como el mío entonces primero tienes que secarlos en el horno a 100C por unos 30min o hasta que estén secos y duritos. Pero a esa temperatura no se van a dorar.
Licúa todos los otros ingredientes hasta que estén bien mezclados. También puedes usar un batidor de mano pero asegúrate de romper bien la clara para que no hayan pedazos grandes de clara entre el pan.
Pon la mezcla sobre el pan y ponle los acompañamientos que te gusten.
En este punto puedes meterlo a la refri por máximo un día y hornearlo en la mañana para tomar un desayuno calientito y recién hecho sin tener que levantarte muy temprano.
Hornea a un horno precalentado a 180C por por lo menos 30min o hasta que esté dorado por arriba y si lo aplastas un poco no salga líquido.