Si tienes tiempo, ayuda congelarlo una noche, rompe un poco las fibras del pulpo y ayuda a que quede suave. Asegúrate de que te lo den limpio, sin nada en la cabeza. Si tiene algo en la cabeza, lo más fácil es que cortes debajo de los ojos y descartes la cabeza.
Pon a hervir una olla con abundante agua.
Vamos a "asustar" el pulpo, así se le dice cuando insertas solo las puntitas de los tentáculos al agua y las retiras y repites lo mismo insertando más y más cada vez hasta que lo sumerges por completo. Esto ayuda a que quede tierno por los cambios en temperatura.
Desde que vuelve a hervir el agua baja el calor al mínimo, con una ligera ebullición. Deja que se cocine por 40-50min o hasta que puedas atravesar con facilidad con un cuchillo la falda del pulpo, donde se unen los tentáculos.
Retira el pulpo y corta los tentáculos.