Bate la mantequilla, azúcar, sal, aceite y cacao en polvo hasta que aclare en color y se vea muy cremoso. Idealmente hazlo con batidora eléctrica para que sea más fácil pero también puede ser con batidor de mano de alambre. Si tu batidora es de pedestal recuerda detenerte cada cierto tiempo a raspar los bordes y base del bowl con una espátula para que todo se mezcle bien.
Agrega los huevos y bate nuevamente hasta que se incorpore y se vea cremoso nuevamente. Te recuerdo que si tu batidora es de pedestal tienes que detenerte cada cierto tiempo a raspar los bordes y base del bowl con una espátula para que todo se mezcle bien.
Agrega la leche y extracto o esencia de vainilla y bate para mezclar. Vas a notar que la mezcla se corta. Está bien, luego va a volver en sí con la harina.
Agrega la harina y polvos de hornear y bate para mezclar. Acá lo ideal es que no batas de más o se puede poner duro el queque.
Incorpora los chips de chocolate con una espátula.
Enmantequilla tu molde con mantequilla a temperatura ambiente. Asegúrate de ponerle una capa delgada pero que entre en todos los rincones del molde.
Esparce harina sobre el molde y dale golpecitos para que cubra todo el molde. Luego pon el molde boca abajo y dale un buen golpe para que elimine el exceso de harina.
Vierte la masa dentro del molde y hornéalo a 180°C / 350°F por 40min - 1 hora. Si tu horno es eléctrico, hornea el queque con calor por arriba y abajo como siempre pero a los 20-30 minutos revisa el dorado de encima. Si ya está lo suficientemente dorado cambia el calor a solo por abajo.
Va a estar listo cuando puedas pincharlo con un palito de anticucho o un cuchillo filudo y no salga masa cruda pegada a él. Recuerda que puede salir con un poco de chocolate de las chispas, eso es normal.
A mí me gusta darle vuelta al queque mientras está caliente así que desmóldalo cuando salta del horno :).