Todos necesitamos recetas que te salven de apuros y esta sopa de tomate es definitivamente una de ellas. No te exige casi nada de trabajo y el resultado es demasiado rico. Además necesitas pocos ingredientes y hasta la puedes congelar perfectamente.
Sopa de tomate facilísima
Esta receta la inventé para mi esposo un día que yo estaba enferma y él se quería hacer algo ligero para comer pero no sabía qué. Vi en la refri y teníamos muchos tomates maduros así que le dije que pusiera los tomates y un par de cosas más sobre una bandeja y metiera todo al horno para luego licuar todo. Él me dijo “¿así nomás?” y le respondí “sí, así nomás”, y regresé a la cama. El resultado fue una sopa de tomate ESPECTACULAR, tiene excelente sabor con muy poco esfuerzo.
¡El escándalo!
En otro momento la volvió a hacer y subí las fotos a mis Instagram stories mostrando lo que Javi había cocinado esta sopa de tomate. Minutos después en un chat que tenemos con amigos en whatsapp le empezaron a decir que no le creían que él la había hecho y que seguro yo lo había ayudado, jajaja. ¡Los tuvimos que invitar a comer para que le creyeran! Aunque, ahora que lo pienso todo debe haber sido una trampa para que los invitemos a comer.
Para licuar la sopa de tomate puedes usar una licuadora, procesadora de alimentos o licuadora de inmersión. Solo recuerda retirar el laurel antes de licuarlo. El laurel es súper fuerte así que si se te escapa una hojita tu sopa va a saber solo a laurel. Si te gustan las hierbitas también puedes usar otras como tomillo, romero, orégano u otro que te guste. Además, puedes agregarle especias como paprika, curry en polvo, canela o tu favorito.
Ingredientes
- 1.2 kg tomates muy maduros (alrededor de 6 grandes)
- 200 g cebolla blanca (media grande)
- 2 hojas de laurel
- 4 dientes ajo
- aceite de oliva extra virgen
- sal y pimienta a gusto
- opcional: aceite de oliva, crema, albahaca, queso para decorar
Elaboración paso a paso
- Corta los tomates en 8, quitando solamente la parte a la que se une la hojita en la parte superior.
- Corta la cebolla pelada en trozos grandes también.
- Pon los tomates, cebolla, laurel y ajo sobre una bandeja de horno y olla apta para horno y bañar con abundante aceite de oliva para que no se queme. Échale sal y pimienta y mezcla.
- Llévalo a un horno precalentado a 200C, moviendo cada 30 minutos.
- Sácalo del horno cuando este todo suave, ligeramente dorado y con muy poco líquido. Retira y descarta el laurel.
- Licuar hasta que esté homogéneo. A mí además me gusta colarlo para retener las pepitas y piel del tomate.
- Ajusta la textura usando agua o caldo de verduras. Sirve con aceite de oliva, crema de leche y / o queso parmesano.
6 comentarios
Excelente receta y que rica para los días de invierno que este año ha estado bastante frios!.
Se puede congelar? y cuanto duraría congelada?
Hola Sergio! La puedes congelar por hasta 3 meses 🙂
Me encanto, cociné hoy y estaba deliciosa… no quedó nada.
muchas gracias
Buena y fácil. Hoy la estoy haciendo por segunda vez.
Gracias
Hola Lore! Duda, qué se puede hacer si queda muy ácida? Gracias 🙂
Hola Noemí! Lo mejor es usar tomates muy maduros, que estén suaves al tocarlos por fuera. Así sabes que no están ácidos