Ahora que los días están cálidos todo el mundo (incluyéndome) está obsesionado con el café cold brew. No es solamente porque es frío sino que además tiene propiedades distintas al café extraído por métodos con agua caliente.
Las diferencias
El café «cold brew» extrae el café del grano a través de agua fría en lugar de agua caliente. La pregunta es ¿por qué tanta bulla con el tema? ¿Por qué es cada vez más fácil encontrar café cold brew en las cafeterías? Hay algunas diferencias entre cómo sabe y huele el café cuando se extrae a través de agua caliente que cuando se extrae en frío.
Lo que se extrae de los granos de café son azúcares, ácidos, partículas solubles y aceites. La temperatura del agua y la cantidad de tiempo que el café está expuesto a ella cambia la cantidad de estos componentes.
A temperaturas altas se extraen más partículas solubles y por el calor sientas más aroma y cuerpo. Cuando hacemos una extracción en frío el proceso pasa mucho más lento resultando en un café menos amargo y ácido así como más suave y con un aroma más floral. Además el café extraído con calor se degrada más rápido mientras que el café cold brew puede durar hasta una semana en el refrigerador con muy pequeñas alteraciones a su sabor.
La molienda
Diferentes procesos y máquinas de extracción de café necesitan distinto tamaño de molienda. En el caso del cold brew necesitamos una molienda gruesa- Puedes usar un moledor de café o un mortero como hice yo. Evita usar un procesador de alimentos porque genera calor y puede cambiar el sabor del café.
Cómo servirlo
El café cold brew es muy versátil y lo puedes tomar frío con hielo, leche o crema. También se puede usar para la elaboración de cocteles o incluso se puede calentar para hacer bebidas calientes sin que pierda sus propiedades. Para mí mi manera favorita de tomarlo es como un cappuccino frío. Para hacerlo uso mi espumadera de Nespresso que la amo y hace espuma tanto caliente como fría :).
Ingredientes
- 1/4 taza granos de café
- 2 tazas agua a temperatura ambiente
Elaboración paso a paso
- Muele el café de manera gruesa. Puedes usar un moledor de café o un mortero como yo. Otra opción es usar un cuchillo pero debo advertir que a los granos de café les gusta saltar de la tabla de picar.
- Mezcla el café con el agua en un contenedor hermético y refrigéralo por lo menos 12 horas y hasta 1 semana.
- Una vez que lo quieras usar pásalo por un colador fino y sirve.
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2 comentarios
Me encanta el café helado, siempre lo tomo así, con un chorrito de Half & Half.
Gracias por la receta.
Qué rico que es, no? Me encanta frío